El equilibrio en este eje garantiza un mejor estado de ánimo, un sueño más reparador, menor degeneración y un rendimiento optimizado.
Este eje regula los aspectos neuroemocionales de la persona, proporcionando las estrategias necesarias para la supervivencia, la cognición y la gestión de las emociones. Actúa como un gestor global que impulsa el funcionamiento de todo el organismo, aunque su salud y rendimiento dependen directamente del movimiento y de los procesos corporales (Ejes Metabólico y Estructural).
Productos del eje emocional